Auditoría voluntaria

En el día a día de las empresas de cualquier tipo, desde una sociedad anónima hasta una cooperativa, puede darse multitudes de situaciones. Estas situaciones pueden ser desde un desacuerdo entre los accionistas o participantes en una sociedad, desde una solicitud de información de los propietarios de una entidad dirigida a la gerencia de esta, cómo una venta de participaciones o cambio de dirección, así como una presentación de solicitud de un préstamo ante una entidad bancaria.

Para todos estos casos, el trabajo y el conocimiento del auditor son de gran valor añadido, a pesar de que la sociedad no cumpla las condiciones para estar obligada a auditar sus cuentas.

A todos estos casos habrá que añadir también los casos en los que la sociedad tenga que participar en concursos para trabajar con empresas públicas o clientes de gran envergadura, tanto a nivel nacional o internacional.